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octubre 12, 2022
Fecha: 16 de diciembre de 2010
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PADRES: HACER LO QUE ES NATURAL
Por T. BERRY BRAZELTON, M.D., y JOSHUA SPARROW, M.D.
c.2010 T. Berry Brazelton, M.D., y Joshua Sparrow, M.D.
Distribuido por The New York Times Syndicate Es posible que investigaciones más actuales sustituyan parte de la información de esta columna.
P. Vivo en el extranjero y he buscado en todos los libros de crianza, franceses e ingleses. Los suyos fueron los únicos que mostraron una profunda fe en la madre y el niño. ¿Puede decirme de dónde ha sacado esta confianza? Su orientación nos ayudó en esos años de juventud y desempeñó un papel importante para ayudarme a criar a dos hijos maravillosos, extrovertidos y dulces.
— Por correo electrónico
R. ¿De dónde viene mi fe en las madres -y en los padres e hijos-?
Durante mis 50 años de práctica, he visto a más de 25.000 familias. Ellos me enseñaron la mayor parte de lo que sé. De ellos aprendí que los padres son los expertos en sus hijos, y que nosotros, los pediatras y otros profesionales, debemos escucharlos.
Salvo en los casos más raros, los padres quieren hacer el bien a sus hijos. Puede que los profesionales no siempre reconozcamos la intención positiva que hay detrás de las acciones de los padres… y si no es así, tenemos que volver a mirar. A veces, por ejemplo, podemos pensar que los padres son duros con sus hijos. Por el contrario, es posible que seamos testigos de padres que viven en un mundo duro y que hacen todo lo posible para preparar a sus hijos para que sean lo suficientemente duros como para manejarlo.
Para que los seres humanos sobrevivieran, la naturaleza tuvo que establecer las cosas de manera que los padres hicieran todo tipo de sacrificios, unos que nunca imaginaron, para mantener con vida a sus frágiles nuevos bebés. El apego es un poderoso proceso biológico. Incluso la mirada o el llanto de un bebé estimulan cambios en ciertos niveles hormonales en ambos padres que ayudan a asegurar sus respuestas de crianza.
Los padres también deben saber de forma innata casi todo lo que necesitan, si quieren proteger a sus crías. Si los padres necesitaran libros, programas de televisión o Internet para educar a sus hijos, nunca habríamos llegado hasta aquí.
Afortunadamente, los nuevos padres están naturalmente preparados para asimilar todo lo que puedan sobre los nuevos seres vulnerables de los que son responsables, y los bebés están diseñados para atraer a los padres y darles todo tipo de información sobre cómo están.
Los padres aprenden a serlo por ensayo y error. Se guían por el comportamiento de sus bebés, que en realidad da forma al suyo… desde el principio. Algunas personas siguen pensando que los bebés son bultos de arcilla a los que los padres sólo dan forma. Pero los bebés guían a sus padres a través de sus propias respuestas, mostrándoles cuando hacen algo bien o mal.
No tendría mucha confianza en los padres y en los hijos si la biología no los hubiera preparado para ser tan hábiles en el cuidado y el aprendizaje de los demás.
A veces, cuando los humanos intentan mejorar la naturaleza, empeoramos las cosas. Durante la década de 1950, la ciencia médica pensó que las mujeres darían a luz mejor bajo anestesia general. Luego nos enteramos de que los bebés eran anestesiados durante días, lo que interfería con su trabajo de enseñar a sus padres lo que necesitaban y cuándo, y a veces incluso interfería con su respiración.
A continuación, la ciencia médica se alió con la industria para recomendar que se sustituyera la leche materna por la de fórmula. Pero las propiedades especiales de la leche materna no podrían reproducirse: los anticuerpos que contiene para combatir las infecciones, o la forma en que varía los tipos y cantidades de grasas que contiene a medida que el bebé crece. La leche materna se adapta a las necesidades nutricionales cambiantes del bebé.
Más recientemente, se han comercializado juguetes “estimulantes del cerebro” para los padres. Sin embargo, nada es más estimulante para los bebés que las voces y los rostros siempre cambiantes de sus padres.
También están los portabebés rígidos que interfieren con el desarrollo de los músculos y el equilibrio de los bebés que tiene lugar cuando sus padres los llevan contra su propio cuerpo.
Tal vez lo más preocupante en este momento sean los teléfonos inteligentes, y los nuevos comportamientos y creencias que los acompañan sobre la viabilidad e incluso la importancia de la multitarea. Cuando los padres están hablando o enviando mensajes de texto o revisando su correo electrónico, es posible que no tomen en cuenta los mensajes sutiles y continuos que el comportamiento no verbal de sus bebés está enviando – sobre lo que los padres necesitan saber para seguir creciendo en su papel de padres.
Sigo teniendo tanta confianza en los padres y en los hijos como siempre, pero no hay que engañarlos para que piensen que algo puede sustituir lo que hacen de forma natural para crecer juntos como familia.
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